El sentido de la vida.
Daniel García Tapia
Aunque a veces no la siento se que la tengo, y ese simple hecho me hace querer cuidarlo como todo aquello que poseo, ya que como todo en algún momento también llegará el momento en que ya no la tenga.
El sentido de la vida es un tanto confuso a lo largo de la existencia de cada ser pero, en si es la esencia de buscar en ti mismo como ser humano, de cuestionar todas las posibilidades de tu realidad sin hacer a un lado el innegable hecho de que no solo lo vas a pensar sino llevar a hechos lo que acontece en tu existencia.
Parece que el sentido de la vida es tangible en medida que cumplamos nuestros propósitos, superemos nuestras expectativas, y seamos a lo que se le llama personas de éxito, aunque el éxito es algo demasiado subjetivo, o en otras palabras que nos realicemos en esta vida.
No hay nada escrito y el cuento lo vas haciendo tu, ya que llegan demasiadas personas a tu vida pero tu debes de hacer que tu historia sea la que valga la pena, en medida que para ti lo sea, conciente de lo que puedes dar, así como de lo que puedes generar para que esa historia pueda llegar a ser, una especie de best seller, que haga que como leí en el libro el monje que vendió su ferrari: “Cuando naces tu lloras y todo el mundo ríe, vive de tal manera que cuando mueras tu rías mientras todo el mundo llore.
Nada es demasiado superfluo ni demasiado trascendental, ya que no es medible, lo que es el éxito para uno no lo es para otros, así como el fracaso. Lo importante y lo único que pareciera entonces dar sentido a la vida es la felicidad, misma que solo puede ser lograda con base a la realización personal, que tu llegues y recorras un camino propio, marcado y fundamentado en ti mismo, en tus expectativas, en tus metas y en hacerte conciente de ellas, ya que no hay hombre mas poderoso que aquel que se domina a si mismo, y todos estamos llamados al mismo sendero de búsqueda de la felicidad a pesar de ser diferente para todos.
Toda vida tiene un sentido, aunque en ocasiones nos olvidemos que lo tiene, es mentira que no podemos encontrarlo de manera fácil, no todos lo encontramos al mismo tiempo, pero no es ni fácil ni difícil, solamente ejercitándonos a nosotros mismos y siendo concientes de lo que somos y hasta donde podemos llegar vamos a conocernos a tal grado que encontraremos entonces nuestra misión en la vida.
No podemos abarcarlo todo, y en el momento que encontremos el sentido de nuestra vida podremos de alguna manera ayudar a otros a encontrar el sentido de la suya, y nunca es tarde para darse cuenta de para que estamos en este mundo, ya que entre los “fodas” de cada persona y las circunstancias, hay una pequeña brecha que ira delimitando hasta donde podemos llegar.
